La conservación preventiva, como disciplina fundamental para la conservación del patrimonio cultural, aporta una metodología de trabajo para analizar y controlar los riesgos de deterioro que los procesos de las exposiciones temporales incrementan de manera sustancial con respecto a la exhibición permanente. Los riesgos de daños físicos en la manipulación, transporte y exhibición, los sistemas de embalaje, las condiciones micro climáticas y métodos de iluminación, la calidad del aire, las medidas de seguridad frente a actos antisociales, el control de la visita pública, etc. Todos estos son aspectos que se tratan de analizar en este volumen con el fin de establecer pautas para minimizar los riesgos relacionados.
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