Espacio para la memoria ex Centro Clandestino de Detención "La Perla"

Sinopse

El Espacio para la Memoria, ex Centro Clandestino de Detención “La Perla” es una institución que se abre al público en 2009 con el objetivo de formar a las nuevas generaciones en una cultura de respeto a los Derechos Humanos a la luz de la revisión crítica de las experiencias ligadas a la represión política durante la última dictadura militar en Argentina (1976-1983) y en particular en la provincia de Córdoba[1]. El Espacio se emplaza en lo que fue el Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio más grande del interior del país, conocido como “La Perla”. Por las características del lugar, el mismo funciona desde entonces como un ámbito pedagógico y cultural, donde se desarrollan actividades principalmente con escuelas y organizaciones de la sociedad civil (sindicatos, grupos religiosos, universidad, organizaciones barriales), así como con otras instituciones (universidad, policía, poder judicial)[2]. El proyecto “Sala de la cultura juvenil de los 60 y 70” es una iniciativa que se integra al relato elaborado hasta el momento sobre lo que fue este Centro Clandestino de Detención, el cual reúne ya cinco muestras permanentes además de una señalética que permite el recorrido por el Museo de Sitio, describiendo el funcionamiento de cada espacio del edificio cuando funcionó como Campo. Todos los dispositivos museográficos elaborados hasta el momento intentan responder a tres preguntas: ¿Quienes fueron las víctimas? ¿Quienes fueron los responsables del Campo? ¿Qué fue La Perla?

La sala que proponemos en este proyecto se inscribe entonces en una demanda que viene siendo planteada por el público y en particular por los jóvenes que visitan este Espacio ¿Qué buscó exterminar la dictadura? El proyecto, entonces, tiene como objetivo propiciar la reflexión crítica sobre uno de los periodos más conflictivos de nuestro pasado reciente, y en particular ahondar sobre los procesos vividos por los jóvenes que, posteriormente, fueron el principal blanco de la represión política. El mismo se enmarca por lo tanto en la necesidad de profundizar el relato museográfico a partir de la elaboración de un dispositivo que de cuenta de ciertas identidades colectivas (sociales, políticas, generacionales) de las víctimas del exterminio que, a partir de la puesta en valor de ciertos elementos de la cultura juvenil de aquel entonces (como los consumos culturales, la participación ciudadana) propicie la reflexión sobre los sentidos que cobran esas dimensiones de la vida pública en la democracia actual.

Objetivos

Propiciar, mediante el dispositivo, la reflexión crítica de los visitantes sobre los procesos históricos que desembocaron en el golpe de estado de 1976 y en particular sobre la conformación de los jóvenes como blanco de la represión política.

Promover la reflexión de los visitantes en torno a la participación juvenil, la democracia y el respeto a los DDHH.